domingo, 18 de octubre de 2009

INFORME ANUAL: POBREZA, DESIGUALDAD Y DESARROLLO EN EL PERÚ 2008-2009


INFORME ANUAL: POBREZA, DESIGUALDAD Y DESARROLLO EN EL PERÚ 2008-2009

1. La economía peruana no está blindada. El plan anticrisis no considera políticas redistributivas por lo que se agudizará la desigualdad. La crisis global marcará nuestra historia: exige replantear nuestros paradigmas.

La epidemia comenzó en Estados Unidos-Oscar Ugarteche

- El economista Oscar Ugarteche señala que las economías abiertas como la del Perú no se pueden blindar, solo se las administra dentro de la crisis lo mejor que se puede. Tras ocho años de crecimiento estable, el Perú está menos mal que el resto. Pero sin aplicar ninguna medida contracíclica que distribuya mejor los recursos, tendrá que arrastrar el peso que significará a futuro enfrentar un incremento de la desigualdad en un país donde eso es lacerante y antiguo.

- El problema es la falta de una verdadera política contracíclica, que distribuiría el ingreso de manera más equitativa. En el Perú, a diferencia de Bolivia, Venezuela, Brasil y Argentina, no se está apostando por políticas distributivas, que en momentos de crisis tendrían un efecto contracíclico. Estos países iniciaron dichas medidas antes de la crisis y ahora, en este contexto, han decidido afianzarlas (…). Si se redistribuye con entusiasmo para contrapesar la caída de la demanda externa, a partir de los ingresos tributarios, se reactivaría la economía interna, sobre todo para los más vulnerables. Esta es una manera de hacer políticas contracíclicas. Otra es elevar la inversión pública en infraestructura para que genere empleo y vía salario se eleve la capacidad de compra y la dinámica económica interna.

- El gasto para la inversión pública en infraestructura está estancado, por eso se presentan protestas regionales. Hay una disonancia entre lo que el gobierno dice y la realidad nacional. Entonces, ante la ausencia de una política contracíclica, se van a ampliar las brechas de desigualdad, y la riqueza se seguirá concentrando más. En este contexto de crisis, el gobierno, a pesar de sus esfuerzos por mantener la inflación baja, está agudizando la desigualdad, fabricando riqueza a costa de despojar a un sector de la población de sus derechos, como sucede en la Amazonía. Es decir, se está empobreciendo a muchos para beneficiar a pocos, perjudicando incluso el medio ambiente.

- Esta es una crisis que cambiará el mundo como lo entendemos. La última crisis así sucedió en el siglo XV, cuando se replantearon los mercados, aparecieron las ciudades, la imprenta y la grafía como medio de comunicación masivo y se estableció una relación distinta entre el hombre y la naturaleza. Así de contundente parece ser esta crisis, que nos confronta con una nueva forma de entender el mundo desde la economía y la política. Es una crisis epocal.

2. Si el gobierno quisiera sacar de la pobreza al país solo con el crecimiento económico del PBI, se necesitarían más de 80 años de crecimiento, por encima de los 5 puntos. Con el “boom”, la desigualdad no se redujo pero creció en 6% el consumo de los más ricos.

Un milagro no fue suficiente-Pedro Francke

- No existe suficiente información para analizar la pobreza durante la primera mitad del año 2009. Los datos publicados por el INEI, miden la pobreza con casi dos años de retraso. Si revisamos las últimas cifras de pobreza, estaríamos hablando de la pobreza del año 2007. Ese dato, en sí mismo, ya representa una información muy relevante: mes a mes podemos conocer, apenas con poco más de 30 días de retraso, la evolución el PBI, las exportaciones y los impuestos; pero tenemos que esperar entre cuatro y seis meses si queremos información estadística sobre los salarios; y más de año y medio para analizar el diagnóstico de la pobreza. Esto es reflejo de la falta de intereses de la política en este tema.

-En los años de crecimiento del Perú, donde dos de cada cinco peruanos son pobres, la desigualdad se mantuvo inamovible. Durante el llamado “milagro”, el consumo aumentó para todos los niveles socioeconómicos, pero a tasas diferentes. Mientras que entre los más ricos el consumo se incrementó 6%, entre los pobres se movió algunos decimales".

-Los efectos del crecimiento sobre la pobreza que se mantienen en 39.3% no llegaron por igual a las distintas regiones. En efecto, según el informe “¿Qué nos dicen los cambios en la pobreza del Perú entre 2004 y 2007?”, del Banco Mundial, la pobreza se redujo 2,6% en la costa urbana, en la selva rural se contrajo 0,7% y en la sierra rural 0,3%. Según el BM, la pobreza pudo reducirse 4 puntos más de lo que se redujo entre el 2004 y el 2007. Es decir, pudo bajar de 39% a 34%, pero la mala redistribución lo impidió. Las zonas rurales andinas, que concentran el 73% de pobres, donde viven 2 de cada 3 pobres extremos, la pobreza se redujo solo en algunos puntos decimales.

-Dos efectos principales parecen conspirar en esta situación de pobreza y desigualdad: el primero se refiere al comportamiento de los salarios: el empleo aumentaba pero los salarios reales no, a pesar de que la productividad por trabajador también aumentaba sustancialmente. Lo segundo, es que el crecimiento económico se concentró en Lima y la costa. En miles de millones, el PBI se incrementó en 32% desde el 2002. El excedente de explotación (utilidades) pasó de 58,7% a 65% en el PBI. Pero la riqueza se concentró en sectores como la minería, agroindustria, construcción y manufactura. Según la consultora Gerens, en el 2007 las 1.000 empresas más rentables del país generaron valor económico por encima de los US$5.055 millones para sus accionistas. A pesar de que entre las 1.000 empresas existían solo 52 mineras y petroleras, estas concentraron el 80% del valor generado por todas.

- Mantener la mano de obra con salarios deprimidos y derechos limitados reduce la posibilidad de acabar con la pobreza, al constreñir el mercado interno al que le venden la mayor parte de agricultores y pymes. Dar poca importancia al gasto social (educación, salud y protección social) reduce los efectos distributivos, limita la acumulación de capital humano y mantiene a un ritmo lento los avances de las Metas del Milenio. La política fiscal debe contemplar, además de aumentar el gasto público en infraestructura, pequeñas obras intensivas en empleo temporal y gasto social, lo que tendría respuestas más rápidas y mayores efectos sociales en no menos de 2% del PBI (US$ 2,500 millones) para 2009, en canales de regadío, trochas y mantenimiento de carreteras. Este gasto público adicional deberá aplicarse mediante los gobiernos regionales y los municipios en un 80%.

- Si el gobierno quisiera salir de la pobreza solo con el crecimiento económico del PBI, se necesitarían más de 80 años constantes de crecimiento, por encima de los 5 puntos, sin índices de inflación superiores a los 2 puntos, para que distritos andinos y rurales como los de Huancavelica, los más pobres del país, salgan de la pobreza.

3. En los últimos ocho años el país creció a tasas aceleradas, pero los salarios se estancaron mientras que las utilidades de las empresas que operan en el país crecieron por encima de las ganancias de las 500 compañías más importantes del mundo.

Los salarios de la inequidad - Humberto Campodónico

-Entre el 2002 y 2007, el salario ha seguido cayéndose. En 2002, a inicios del “boom”, los ingresos alcanzaban el 25% del PBI, mientras que en el 2007, en pleno proceso de expansión, los salarios se redujeron al 21.9%. O sea que durante los años de crecimiento económico los salarios perdieron 3 puntos porcentuales.

-El 5.5% de la población de Lima Metropolitana tiene el 33% del total de los ingresos, lo que equivale a que esa población gana seis veces lo que le corresponde si los ingresos se distribuyeran equitativamente. Mientras el sueldo promedio dentro del sector socioeconómico A equivale a S/.12.118, es decir 20 veces más que el salario promedio en el E, que es de S/.660.

- Durante los años de crecimiento económico se prometió a la población que ya vendrían los años de “chorreo”. Se dijo que había que ser “pacientes y tolerantes”. Pero se mantuvo en lo esencial la legislación antiobrera promulgada por Fujimori: flexibilización del empleo, facilitación del despido, creación de las “services”.

- Del 2001 al 2008, el crecimiento del PBI en el Perú fue de 58%, de lejos el más alto de nuestra historia reciente. En ese mismo periodo, la rentabilidad promedio de las empresas también creció ininterrumpidamente, pasando del 5% anual en el 2001 al 22% anual en el 2008. Como la rentabilidad equivale a la Utilidad Neta de las empresas dividida entre su patrimonio, esas tasas de crecimiento indican que, en estos 8 años de “boom” económico, la mayoría de las empresas recuperaron el íntegro del capital invertido. Según Rodrigo Prialé, director gerente de la consultora Gerens, este repunte empresarial excede generosamente la velocidad con la que crecieron las 500 empresas más rentables del planeta.

4. El conflicto en Bagua revela que faltan mecanismos para que los pueblos amazónicos expresen sus necesidades. Paralelamente, el año pasado se presentaron 245 solicitudes de revocatorias de autoridades locales lo que revela falta de legitimidad del sistema político.

En busca de algo más que un DNI – Pepi Patrón

- El conflicto con las comunidades indígenas de la selva no es sólo un problema ecológico, que ya es bastante importante, sino también de exclusión económica, social, cultural y política. Esto nos invita a confrontarnos con los límites de nuestras formas de representación política, de la manera en la que operan los partidos y el Congreso, que son solamente la punta del iceberg de situaciones de fondo, de exclusión, desigualdad y pobreza, que tenemos que encarar si queremos llegar a configurarnos como una real comunidad política en la que podemos reconocernos todos como iguales y con los mismos derechos.

- Podemos afirmar que todos los que (teóricamente) somos ciudadanos no estamos representados en nuestras instancias políticas. No estamos todos los que somos, ni tampoco somos todos ciudadanos. No tenemos nuestros derechos, ni nuestras oportunidades, ni el desarrollo de nuestras capacidades garantizados por nadie.

- Un mecanismo participativo que apunta de algún modo a corregir deficiencias de los procesos electorales, es el de la revocatoria de autoridades ediles. En el 2008 se han admitido 245 consultas, con un récord de autoridades sometidas a consulta. Esto podría leerse también como una señal de la débil legitimidad de las autoridades regionales y locales, lo cual nos vuelve a poner en el punto de partida: la necesidad de reformar algunas de las instituciones básicas de nuestra democracia representativa, como el Congreso y los partidos políticos.

- El altísimo grado de volatilidad electoral estables en el tiempo es un indicador gravísimo de la desinstitucionalización y falta de arraigo de los partidos políticos. Es el más alto en América Latina, del orden del 50%, y parece que uno de los más altos en el mundo. Así, por ejemplo, si Perú Posible alcanzó 45 escaños en el 2001, tuvo solo 1 en el 2006.

- No es solo que nuestro sistema político refleja y reproduce las desigualdades existentes; parecería, además, que contribuye a perpetuarlas, con lo cual sólo logra su profundización. Tenemos problemas de representación política y ello puede explicar también parte de la debilidad de nuestra democracia.

5. La exclusión de los indígenas se mantiene desde hace 187 años. Los conflictos entre el Estado y las comunidades persisten como en la Colonia. Hoy, el gobierno llama a desarraigar a los indígenas de su único patrimonio: sus tierras.

Rezagos de una monarquía – Nelson Manrique

- El racismo anti-indígena es una de las herencias oligárquicas que con mayor fuerza ha bloqueado los intentos de construir un orden moderno en el Perú. La democracia no puede existir allí donde no se reconoce la existencia de una común sustancia humana. La existencia de ciudadanos “de primera” y “de segunda” es la consecuencia necesaria de la convicción, racista, de que existen humanos “de primera” y “de segunda”. La incorporación de los indígenas a la nación se acepta, asociada a una especie de chantaje por el cual se les reconoce el derecho a incorporarse como ciudadanos a condición de que dejen de ser indios.

- Las comunidades están habitadas por más de 2’500.000 de personas, lo que equivale al 40% de la población rural total. Son importantes abastecedoras de alimentos para el mercado interno, y su participación en la oferta agropecuaria nacional oscila entre el 25% y el 30% del valor bruto de la producción. Las comunidades permiten la reproducción social, cultural y económica de un amplio sector de la población peruana, en gran parte marginada por las políticas del Estado.

- Los decretos legislativos aprobados para implementar el TLC con EE UU y que promueven la inversión privada en los territorios de las comunidades, vulneran múltiples derechos. Para los campesinos la venta de sus tierras significaría perder tanto la condición de comunero cuanto los medios materiales para la reproducción social de su existencia. Su destino más probable, si tal cosa sucediera, sería desarraigarse y unirse a la vasta migración hacia los grandes cinturones de miseria creados en torno a las grandes ciudades.

- Los indígenas contemporáneos peruanos defienden el patrimonio cultural de quienes produjeron la más grande revolución agrícola de la historia de la humanidad. Debería preservarse ese patrimonio inestimable y promover su desarrollo. No tratar de liquidarlo en nombre de una visión unilateral y reduccionista de desarrollo, que contempla los intereses de unos pocos, amenazando un patrimonio que, como en el caso de la Amazonía , es de interés de todos.





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