La minería, convertida en el motor de la economía de la burguesia peruana, no está identificada con el desarrollo regional y social en el país

Minería no apoya desarrollo social . el negocio de La minería es cuestionada por los ciudadanos.

El Perú es un país eminentemente minero y el crecimiento económico es impulsado por el auge de las exportaciones, sobre todo minerales. Las empresas dedicadas al rubro, en su gran parte de capitales extranjeros, fueron las beneficiadas en los últimos años por el alza en el precio de los metales, pero el país en nada se ha visto favorecido de ello.l régimen de Alberto Fujimori se caracterizó por entregar nuestras riquezas a las transnacionales y los sucesivos gobiernos han afianzado el modelo neoliberal al otorgar todas las facilidades para que las grandes corporaciones puedan llevarse nuestros recursos naturales.

Sin embargo, las comunidades campesinas y nativas aledañas a la actividad minera han sido las más perjudicadas y sufren los efectos del impacto ambiental que esta genera, además la falta de respeto de las empresas hacia la cultura y necesidades de los habitantes de esas zonas, generalmente dedicadas a la agricultura.

El Gobierno de Alan García convoca a invertir en el Perú para crear riqueza dice, pero ¿riqueza para quién?¿Y qué piensan los peruanos de todas estas inversiones?

En una encuesta nacional de la firma Datum Internacional, realizada en zonas urbanas y rurales de 15 departamentos, incluido Lima, Ancash, Cajamarca, Junín, Arequipa, Tacna, Cusco y Puno, demuestra las percepciones negativas de la mayoría de peruanos sobre la actividad minera.

El 41 por ciento considera que las mineras no brindan apoyo social en las localidades de su entorno donde operan y un 39.6 por ciento sostiene lo contrario, mientras el 79.9 por ciento asegura que las empresas incumplen las normas para no contaminar el medio ambiente.

Para el 43.7 por ciento de las 1,741 personas consultadas, las compañías no promueven grandes obras en la zona de su actividad frente a un 35.6 por ciento que responde afirmativamente, en tanto un 57 por ciento es tajante respecto a que las mineras no cumplen con todos los derechos laborales de sus trabajadores.

Las mineras tampoco pagan “lo justo” en impuestos, canon y regalías, según el 57 por ciento de las personas consultadas por Datum Internacional entre el 3 y 19 de agosto, y un 21.1 por ciento sostiene que si cumplen con tributar de manera adecuada.

Aunque la minería es el sector que genera menor cantidad de puestos de trabajo, a pesar de las grandes ganancias que obtienen, el 62.8 por ciento considera que ofrece trabajo en sus regiones y el 59.5 por ciento señala que genera recursos económicos e ingresos para las regiones del país.

No obstante, el gremio minero sostienen que unos 85 mil de los 110 mil afiliados, están bajo el sistema de “tercerización” o services, que los margina de los beneficios laborales, como participar en las utilidades de las empresas, y laboran hasta 12 o 14 horas, es decir, más de las ocho horas reglamentarias.

De las 5,860 comunidades campesinas en el país, unas 3,200 están en zonas con potencial minero. El gobierno sin consultar a los pobladores otorga concesiones mineras o autoriza grandes proyectos, lo que genera conflictos sociales, como en la Amazonía y los Andes del sur.
Ninguna empresa minera invierte tanto dinero si su inversión no es rentable en el más breve plazo. El Perú es dueño de los recursos pero la parte del león de las ganancias se las lleva los dueños del capital. Debería ser más equitativo, quizá mitad y mitad. Y aún así, el negocio sería rentable y seguirían invirtiendo.

Según el Ministerio de Energía y Minas las inversiones en la minería alcanzaron en 2008 los 1.684 millones de dólares, un incremento de nueve por ciento respecto al 2007. También se aprobaron 278 certificados de operaciones y aumentó un 20,3 por ciento los petitorios mineros.