Según un reciente informe del Instituto Nacional de Estadística e Informática, 4,306,000 residentes de Lima Metropolitana están desocupados, subempleados, o son económicamente inactivos. El desempleo afecta al 64% de los 6,615,500 pobladores en edad de trabajar de la capital. Haga clic sobre el cuadro para ampliarlo en una nueva ventana (*).
¿Cuál es el principal problema económico de la población de Lima Metropolitana (y del país)?
El subempleo es el problema económico más importante que afecta a la población en edad de trabajar de Lima Metropolitana (es decir, las personas de 14 años o más). En el grupo de los subempleados se encuentran 1,902,400 limeños, es decir 28% de la población en edad de trabajar.
Dentro de esta categoría priman los subempleados por ingresos, grupo en el que se encuentran 1,303,000 personas, ó 19 % de la población. Se considera subempleados por ingresos a aquellos que trabajan 35 horas semanales o más, pero no logran percibir un ingreso suficiente para comprar un conjunto de bienes y servicios de primera necesidad al que se denomina canasta mínima de consumo.
En la jerga estadística, el subempleo por ingresos es denominado subocupación invisible, dado que la apariencia es que los afectados trabajan la jornada laboral normal y por lo tanto tienen empleo. Lo que no se percibe con la misma claridad es que los ingresos de este grupo son remuneraciones subestándar.
El otro grupo de subocupados está conformado por los subempleados por horas, es decir aquellos que no encuentran trabajo suficiente y sólo pueden laborar menos de 35 horas semanales. Los subempleados por horas en Lima Metropolitana son 599,400 personas, es decir 9% de la población.
El subempleo por horas es conocido como subempleo visible. Los afectados no trabajan la jornada normal y por lo tanto se hace evidente que carecen de empleo adecuado.
¿Cómo interpretar la situación de los pobladores económicamente inactivos?
La segunda categoría de afectados por la falta de empleo en Lima Metropolitana está conformada por los denominados pobladores económicamente inactivos, aproximadamente 2,046,100 personas que constituyen 30% de la población en edad de trabajar.
El INEI considera como económicamente inactivos a las personas de 14 años o más que se dedican exclusivamente a los quehaceres del hogar, a los que solamente estudian, los jubilados, los pensionistas, y los que tienen impedimentos personales. Los dos primeros grupos concentran el mayor porcentaje de económicamente inactivos.
La categoría de pobladores económicamente inactivos esconde un elevado porcentaje de desocupación. Si se tiene en consideración que el ingreso mensual promedio de un trabajador en Lima Metropolitana es bastante reducido y sólo asciende a 399 dólares, aproximadamente, puede inferirse que muchas de las amas de casa y estudiantes –considerados por el INEI como económicamente inactivos– quisieran laborar para reforzar el ingreso familiar.
Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos de búsqueda estas personas no logran encontrar trabajo. Habiendo intentado ingresar al mercado laboral por muchas semanas y no habiéndolo logrado, ellas prefieren no perder más tiempo en la búsqueda de un puesto y aceptan dedicarse únicamente a ser amas de casa o estudiantes, y sobrevivir con el ingreso del jefe de la familia.
¿Es cierto que los adecuadamente empleados sólo llegan a representar algo más de un tercio de la población en edad de trabajar de Lima Metropolitana?
Es correcto. En el grupo de adecuadamente empleados encontramos a 2,449,800 limeños, es decir el 36% de la población. Según el INEI, existen dos tipos de personas adecuadamente empleadas: (1) Las que trabajan 35 horas semanales o más y perciben un ingreso suficiente para comprar la canasta mínima de consumo; y (2) Las que trabajan menos de 35 horas semanales y no desean laborar más horas.
¿A quiénes considera el INEI como desempleados?
El INEI considera desempleados a las personas que trabajaron menos de una hora (o que no trabajaron) durante la semana de referencia de la encuesta de empleo y que, además, buscaron activamente empleo durante esa semana.
El lector debe tomar nota de la manera cómo la anterior definición “infla” el número de los empleados. Basta que una persona haya trabajado sólo una hora durante la semana de referencia de la encuesta de empleo para que el INEI la considere “ocupada”.
Es así como –según este organismo– la cifra oficial de desocupados es de sólo 357,500 personas ó 5% de la población en edad de trabajar de Lima Metropolitana. Considerada en relación a la población económicamente activa, la proporción asciende a 8%, indicador que es la cifra oficial de desempleo manejada por el gobierno.
¿Son fidedignas las cifras de desempleo proporcionadas por el INEI?
Los indicadores de desempleo difundidos por el INEI son engañosos. Señalamos las siguientes razones:
(1) Existe un elevado grado de desocupación oculta en la categoría de pobladores económicamente inactivos, particularmente entre las amas de casa, estudiantes y personas de la tercera edad que por la insuficiencia del ingreso familiar desean trabajar pero no encuentran empleo;
(2) El INEI no incluye entre los desocupados a los subempleados. Por el contrario, los contabiliza como empleados;
(3) El INEI contabiliza como ocupados a las personas que hayan trabajado una hora o más durante la semana de referencia de la encuesta de empleo;
(4) El INEI efectuó cambios no suficientemente explicados en el marco y diseño muestral de la Encuesta Permanente de Empleo (EPE) en las que basa la generación de las cifras del mercado laboral. La falta de transparencia del INEI pone en tela de juicio la confiabilidad del informe Situación del Mercado Laboral en Lima Metropolitana.
¿Cómo puede entenderse la proliferación del desempleo en el marco de la ejecución de la política neoliberal?
Las cifras de la crisis del empleo deben colocarse en el contexto de la política neoliberal ejecutada en el Perú desde 1990. En las últimas dos décadas, el PBI creció al ritmo promedio anual de 4.6%, tasa que superó el crecimiento promedio anual de la población (1.6% en el mismo período).
Sin embargo, en las últimas dos décadas el neoliberalismo sólo ha podido mostrar, trimestre a trimestre, magros resultados en el mercado laboral. Ni los excelentes precios de las materias primas de exportación, ni el crecimiento económico, ni la estabilidad de precios, han podido doblegar al fantasma de la desocupación que sigue castigando a 64% de los pobladores de Lima Metropolitana.
Si la anterior es la situación en la capital del Perú, puede presumirse la gravedad aún mayor del desempleo en el interior del país. Si Lima Metropolitana –que concentra los beneficios del crecimiento económico y la estabilidad de precios– ha sido incapaz de reducir la desocupación, puede intuirse las dimensiones del problema en las zonas rurales y en las ciudades de provincias.
La observación del caso peruano refuerza la conocida conclusión que las políticas neoliberales no generan equilibrio en el mercado laboral y coexisten con elevadas tasas de subempleo y desocupación.
El fracaso de las políticas económicas neoliberales para generar empleo suficiente y de calidad coloca al futuro gobierno en la situación de enfrentar esta carencia fundamental. La falta de empleo adecuado en el Perú exige del régimen a instalarse el 28 de julio de 2011 la puesta en marcha de políticas activas que superen el recetario inefectivo e inhumano del neoliberalismo en materia de creación de puestos de trabajo.
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(*) Fuente: Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Situación del Mercado Laboral en Lima Metropolitana, Trimestre móvil: Septiembre-Octubre-Noviembre 2010, Informe Técnico № 12, páginas 3, 5 y 7. Lima, diciembre de 2010.
http://www1.inei.gob.pe/web/BoletinFlotante.asp?file=11713.pdf
Fuente: http://cavb.blogspot.com/
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