Hoy domingo 14 de junio, hemos recibido un artículo de reflexión y denuncia del filosofo español Oswaldo ROSES ROSES que lo publicamos para su difusion.
EDUCAR LA SENSIBILIDAD
Toda persona educa su sensibilidad para algo en función de lo que debe realizar -por responsabilidad individual- y de lo que desea: una mujer puede educarla para ser madre, un niño para ser cantante o un niño- soldado para el odio o para la guerra.
Un pueblo puede haber sido educado para sobrevalorar el dinero, una joven lo puede haber sido para amar con respecto a la sublimación de unos cánones de belleza, un corporativismo de profesionales de la psiquiatría para ver enfermedades y no precisamente personas, sobre todo, que no han podido evitar las circunstancias que les ha tocado vivir -en este sentido existen enfermedades que corresponden a circunstancias que las posee todo el mundo: obsesiones, fobias, tensiones, etc.-, unos periodistas para aceptar guerras justificadas o, unos periódicos, no para proteger al ciudadano en general y a la razón sin cortapisas, sino unos intereses propios, muy propios.
En verdad, en un mundo donde se favorece a unos mucho y a otros no, los poetas de los países ricos se sobrevaloran demasiado por creerse sensibles, "negociantes" en ser solidarios por dar dinero del mucho que les sobra; en cambio, un ser humano en otro lugar puede ser perfectamente más sensible con su medio natural o los miembros de una comunidad en otro lugar más solidarios entre ellos.
Pero lo peor o lo desagradable es que, éstos, no van todo el día presumiendo de ser sensibles o solidarios, no lo utilizan como cualidad o truco para el éxito o como recurso publicitario para dar una buena imagen de buen progreso, aun de pueblo o de país.
O ¿es, eso, acaso algo que sirve para justificar errores, para... lavar conciencias por el camino más corto?
En demostración posible, los medios de comunicación siempre difunden que son -¿cómo no?- los solidarios los países ricos -EE.UU., Francia, España, etc.- y, al ser solidarios, ¿para qué pedir más?, pues... que sigan haciendo lo que quieran.
También, los santos en tales países desarrollados son muy difundidos y protegidos; pero no los de cualquier otro país, esos precisamente que tienen que esforzarse "sin salida" muchas veces más para, luego, ser considerados como... nada.
Ellos siempre dicen: "Esta empresa es la mejor del mundo", "Este restaurante es el mejor del mundo", "Este pueblo es el mejor del mundo", "Esta casa es la mejor del mundo"; pero ¿qué saben ellos lo que es... el mundo?
Son ególatras, sin duda.
Nota.-
Otro aspecto, el cual no se debe olvidar, es que educan los que más poder tienen para resignar a los demás a que acepten su poder: que no se preocupen mientras ellos lo tienen todo organizado o preparado a su favor.
Es la sangre fría, pero poseen casi todos los medios para que prevalezca.
José REPISO MOYANO
http://delsentidocritico.blogspot.com/
http://loquedemuestraverdad.blogspot.com/
EDUCAR LA SENSIBILIDAD
Toda persona educa su sensibilidad para algo en función de lo que debe realizar -por responsabilidad individual- y de lo que desea: una mujer puede educarla para ser madre, un niño para ser cantante o un niño- soldado para el odio o para la guerra.
Un pueblo puede haber sido educado para sobrevalorar el dinero, una joven lo puede haber sido para amar con respecto a la sublimación de unos cánones de belleza, un corporativismo de profesionales de la psiquiatría para ver enfermedades y no precisamente personas, sobre todo, que no han podido evitar las circunstancias que les ha tocado vivir -en este sentido existen enfermedades que corresponden a circunstancias que las posee todo el mundo: obsesiones, fobias, tensiones, etc.-, unos periodistas para aceptar guerras justificadas o, unos periódicos, no para proteger al ciudadano en general y a la razón sin cortapisas, sino unos intereses propios, muy propios.
En verdad, en un mundo donde se favorece a unos mucho y a otros no, los poetas de los países ricos se sobrevaloran demasiado por creerse sensibles, "negociantes" en ser solidarios por dar dinero del mucho que les sobra; en cambio, un ser humano en otro lugar puede ser perfectamente más sensible con su medio natural o los miembros de una comunidad en otro lugar más solidarios entre ellos.
Pero lo peor o lo desagradable es que, éstos, no van todo el día presumiendo de ser sensibles o solidarios, no lo utilizan como cualidad o truco para el éxito o como recurso publicitario para dar una buena imagen de buen progreso, aun de pueblo o de país.
O ¿es, eso, acaso algo que sirve para justificar errores, para... lavar conciencias por el camino más corto?
En demostración posible, los medios de comunicación siempre difunden que son -¿cómo no?- los solidarios los países ricos -EE.UU., Francia, España, etc.- y, al ser solidarios, ¿para qué pedir más?, pues... que sigan haciendo lo que quieran.
También, los santos en tales países desarrollados son muy difundidos y protegidos; pero no los de cualquier otro país, esos precisamente que tienen que esforzarse "sin salida" muchas veces más para, luego, ser considerados como... nada.
Ellos siempre dicen: "Esta empresa es la mejor del mundo", "Este restaurante es el mejor del mundo", "Este pueblo es el mejor del mundo", "Esta casa es la mejor del mundo"; pero ¿qué saben ellos lo que es... el mundo?
Son ególatras, sin duda.
Nota.-
Otro aspecto, el cual no se debe olvidar, es que educan los que más poder tienen para resignar a los demás a que acepten su poder: que no se preocupen mientras ellos lo tienen todo organizado o preparado a su favor.
Es la sangre fría, pero poseen casi todos los medios para que prevalezca.
José REPISO MOYANO
http://delsentidocritico.blogspot.com/
http://loquedemuestraverdad.blogspot.com/
Gracias, amigo David, el movimiento se demuestra andando, el cambio se demuestra cambiando, etc.
ResponderEliminarLo demás es el cuento del negocio de ellos (los mismos).
Abrazos
José REPISO MOYANO