Obsérvese a Alberto Fujimori en pleno frío limeño con camisita, mientras todos los que lo rodean están bien abrigados con casaca, saco, corbata, botas, chompa. ¿Pantomima?. Ya sabemos que Fujimori sabe bien de esas cosas, recordemos su “actuación” cuando supuestamente buscaba a Montesinos, su socio. Al parecer estos Fujimoristas no aprenden y siguen con su mayor virtud: el cinismo.
Indulto a Fujimori, insulto al país, si Ud. se atreve Sr. García…
Por Claudia Cisneros.
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republikaplatonika
Mis padres pasaron los últimos meses de sus vidas en el Hospital de Neoplásicas. Mi madre recibió tratamiento ambulatorio durante casi tres años y ambos fueron operados y tratados ahí.
En los últimos 36 meses he conocido todos los pisos del INEN, todos los consultorios, sus sistema de seguridad, farmacia, de ingreso, su UCI, su UDI, Sala de Emergencia, enfermeras, médicos residentes, turnos, citas, todo al dedillo. Por eso sé que la cámara que filmó a Fujimori en el pasillo sólo puede haberlo hecho con la anuencia tanto suya como del INEN. En octubre del año pasado mi padre acababa de ser operado.
Una tarde, un movimiento inusual nos alertó de la llegada de Alberto Fujimori. El personal de seguridad responsable en cada piso ya había peinado el pasillo. Mis hermanos y yo pudimos quedarnos porque ya nos conocían, llevábamos días “viviendo” en el hospital. Y pudimos ver una seguridad de más de veinte policías, entre INPE, policía judicial, operativos especiales, entrar antes que Fujimori, con él y después de él. Si en esa ocasión pudimos grabarlo fue solo porque usamos un celular y de manera camuflada. Pero acercarse con una cámara y seguir caminando con él por el pasillo y ¡acercarle un micrófono! sin que ni Aguinaga, ni Charo Enciso ni alguno de los policías que lo escoltan intenten impedirlo, sólo tiene una explicación: ellos querían que Fujimori fuera filmado.
En el INEN ni siquiera permiten tomarse fotos en los pasillos. Lo descubrí un día que un adolescente en tratamiento por leucemia, visitado por sus amigos ex pacientes, se me acercaron para tomarnos unas fotos. En seguida el encargado de seguridad nos lo impidió y a pesar de nuestros reclamos, nos lo prohibió tajantemente.
Filmar a Fujimori, seguirlo en el pasillo, tomar sus declaraciones (de que no declarará), una y otra vez sin siquiera una mano que aleje al camarógrafo es una farsa. El cuarto piso donde está Fujimori, como los demás pisos, tiene una puerta de gran tamaño que da a las escaleras y que siempre está abierta. Por ahí entra mucho frío, lo sé, me he quedado en esas salitas de espera en medio de los pasillos muchas veces y a diferentes horas. En octubre pasado, cuando era primavera, Fujimori entró con saco. Ahora, junio, pleno final de otoño, Fujimori “casualmente” camina por los pasillos ¿en camisa? ¡Ya pues! El show que han montado para ver su “delgadez” es irritante e indigno. Si tan enfermo está, ¿cómo es que en pleno húmedo otoño limeño lo dejan caminar así en esos fríos pasillos? No me vengan con que le estaban tomando exámenes, que igual después de desvestirse uno se vuelve a abrigar para el traslado.
Además, la persona que pierde peso por cáncer u otra enfermedad tiene más frío que lo habitual, por eso suelen andar más abrigados que cualquiera. ¿Fujimori en camisita? Sólo para la cámara y para lograr el efecto que pretenden: manipular a la gente de buena fe y buen corazón para que al verlo diga: “pobrecito”.
La leucoplacia que ha tenido Fujimori desde el 2010 es solo una displacia, él está libre de cáncer (
http://blogs.elcomercio.pe/cuidatusalud/2011/02/la-lengua-del-ex-presidente-fu.html). Por esa razón ni siquiera debería ser tratado en el INEN, donde exigen como condición de atención y tratamiento tener un diagnóstico de cáncer. Que lo traten en Neoplásicas es otro de sus privilegios. Vaya y pase. Pero dejen de manipular el buen corazón de la gente con sus argucias visuales, con sus declaraciones de complicaciones, de dignidad, de humanidad, cuando ustedes no solo despreciaron la humanidad de tantas víctimas, sino que se burlaron una y otra vez de la palabra dignidad, y se siguen mofando con esto.
Si el Sr. Fujimori Fujimori se estuviera muriendo sería la única razón por la que podría acceder a esa “gracia” que es el indulto. Y aunque suene duro decirlo, ustedes, los reyes del psicosocial y el cinismo nos obligan a ponerlo en esos términos: ni siquiera tener diagnóstico terminal significa estar muriendo. Mi madre vivió tres años con ese diagnóstico y millones de personas lo hacen todos los días, incluso dentro de penales menos favorecidos que el que tiene Fujimori. Y no sean caraduras para llamarnos insensibles, inhumanos, a nosotros, que siempre hemos defendido, no sólo con palabras oportunistas, sino con acciones y con la vida, los valores de la humanidad y la dignidad. Valores que vuestra maquinaria de asesinatos, robos, traición y cinismo aplastaron y siguen ensuciando.
¿Cuándo les importó a ustedes la dignidad si se han burlado siempre de ella? No conocen ni por asomo, menos por experiencia, esa vapuleada palabra.
Tenemos todo el derecho a protestar, a desconfiar y a impedir que una vez más el poder sea usado entre agrupaciones políticas para limpiarse mutuamente sus culpas y delitos. Si tienen miedo de las consecuencias de lo que hicieron no es porque nosotros seamos malvados, es porque ustedes no tuvieron miedo de lo que debieron temer: no tuvieron miedo de robar y matar, de engañar y abusar. Ahora, que teman a las consecuencias de sus actos, se llama justicia, no venganza.
Conozco muchos médicos, enfermeras, personal del INEN, hay gente muy decente, muy valiosa y muy valiente, no se crean una vez más todopoderosos, Sr. Alan García, Sr. Alberto Fujimori, esos profesionales no callarán, no para siempre.
Si esta vez Alan se atreve a usar el poder que el pueblo le ha dado para representarnos y lo hace para burlarse de la lucha anticorrupción, no será olvidado jamás. No solo sería un insulto a la igualdad de derechos ante la ley de miles de enfermos presos en el país, sería un insulto al sistema judicial y legal, a la justicia peruana, a todo lo que emocionalmente, socialmente, económicamente y como país nos ha costado y sigue costando batallar contra la corrupción desde el Estado.
Si García se atreve a indultar a Fujimori por menos que un diagnóstico de fase terminal, certero, independiente, no sólo de la gente del INEN, será peor que cien indultos a Crousillat, que doscientas Bagua o un millón de Frontones.