1- Los incluidos en esta lista representan al sector político, económico, religioso y cultural más conservador de Perú. Ellos son la minoría poblacional pero son los que tienen más dinero, influencias y controlan nuestras instituciones nacioanles. Por supuesto que hay personas en esta lista -pocas excepciones- que no son parte de ese sector, muy pocos. Pero la gran mayoría de los "poderosos" peruanos son precisamente los responsables del país tan cagado, tan injusto que tenemos hoy.
2- Lima sigue siendo el centro político, económico y cultural absoluto de la nación peruana, al menos para los encuestados y para desgracia del resto de peruanos. Casi todos las personas consideradas más poderosas en Perú son de, viven y trabajan en la capital peruana, una mostruosa ciudad que aglutina a la tercera parte de los peruanos. Esto es síntoma de que nuestra peor enfermedad –el centralismo limeño- se ha vuelto crónica, y que los poderosos no quieren ver una mejora cercana. De acuerdo a esta lista los movimientos regionales no existen, y espero que se equivoquen porque mientras ese centralismo continúe, Perú no tiene chance para el futuro.
3- Racial y culturalmente hablando, los líderes del poder en Perú se creen blancos o varios sí lo son. En un país de mayoría indígena y negra, el elemento racial del poder es señal de los tiempos que viven los peruanos, envenenados con un euro centrismo predominante. Por eso a pesar de que muchos de esos "poderosos" son indígenas o afro descendiente de origen, pero ninguno de ellos lo reconoce, algunos se dicen mestizos en todo caso y jamás se verán como indios o negros. Además ningún líder de los movimientos nativos, obreros, comunitarios, han sido considerado en la lista; mientras que los afro peruanos siguen casi invisibles a pesar de ser casi el 10 por ciento de la población peruana.
4- Entre los diez peruanos más poderosos de Perú, todos ellos son parte de la política actual del país y siete de ellos viven de la misma como medio de vida. Casi todos ellos son parte del aparato del gobierno actual, encabezados por el presidente Alan García: un criminal comprobado, genocida y ladrón con casos criminales pendientes. Se incluye en la lista al arrogante, corrupto e ineficiente Luis Castañeta, el alcalde de Lima que parece contentar a una población conformista. La inclusión del modesto, perseguido y soñoliento Ollanta Humala como un peruano poderoso, refleja la pobreza de líderes de la izquierda peruana o el favoritismo como candidato vencible. En esa lista que es obviamente machista como la sociedad peruana, solo hay una mujer –Lourdes Flores- a quien parece que la han puesto a la fuerza, como un premio consuelo por tantas elecciones perdidas. Para llorar: todos los políticos de esa lista son personas sin calidad moral, son corruptos, delincuentes, mentirosos, enajenados de los intereses de los peruanos. Esos son nuestros líderes, carajo. Esto es un bestiario.
5- Los congresistas más poderosos son también los más asquerosos: Jorge del Castillo, Keiko Fujimori, Luis Alva Castro, Javier Velásquez, Mauricio Mulder, Mercedes Cabanillas, Luis Gonzáles Posada y Aurelio Pastor son representantes de esa putrefacta dirigencia política que nos gobierna, una verdadera mafia de corrupción, impunidad, maldad, suciedad. Se han dedicado a destruir la nación peruana. Ellos representan el país que mata a peruanos inocentes en Bagua, Trujillo, Casapalca, La Oroya, Yanacocha. Esos son los que no hacen nada para evitar los diarios accidentes de carreteras y la delincuencia urbana creciente. Son los mismos que permiten que los niños andinos se mueran de frío, que los miles de peruanos del sur de Lima vivan en la basura a dos años del terremoto, que los peruanos no tengan hospitales decentes, escuelas de primera, viviendas dignas. A Daniel Abugattás lo pusieron "de mantequilla" como dicen en Lima.
6- Esta lista refleja ampliamente la miseria intelectual y cultural de la nación peruana. Tener como los artistas más influyentes a los octogenarios Fernando de Szyszlo o Víctor Delfín –artistas bien cotizados en el mundo y políticamente antagónicos, pero quienes no han dejado huella en nuestra historia nacional- o al cantante Juan Diego Florez y el novelista Mario Vargas Llosa –representantes de ese sector elitista euro céntrico, racista, enajenado de la realidad peruana- es como una pesadilla de la que uno quiere pero no puede despertar hace tiempo. Julio Cotler y el acobardado Hernando de Soto -recuerden el papelón del TLC- hacen la excepción de alguna forma.
7- La iglesia Católica sigue siendo demasiado influyente en Perú. Esto es una pésima noticia, considerando que la secta fascista Opus Dei –liderado por el racista Juan Luis Cipriani y sus amigos, favoritos del papa nazi- controla esa institución al menos en Perú. Las iglesias son cada vez menos influyente en el resto del mundo progresista, pero son necesarias para la sociedad peruana pienso. Sin embargo, esas instituciones deberían mantenerse al margen del poder político o al menos se debe promover una diversidad de cultos. En todo caso, sueño con el día cuando las parroquias católicas volverán a ser los centros de debates políticos de los jóvenes peruanos promotores del cambio social, no de fobias y extremismos intolerantes.
8- Las categorías de “Abogados” y de “Derecho”, nos muestran una mala señal del nivel moral y corrupto de la Justicia peruana. Perú es un país donde el poder Judicial carece de independencia política –a pesar del internacionalmente admirado juicio al ex dictador Fujimori- y donde la Corte Suprema está dominada por influencias del poder del dinero y sectores de poder, no de la ley ni los intereses de los ciudadanos. Mientras tenemos a un presidente criminal decidiendo el futuro de Perú, actualmente hay más de 1,000 lideres comunitarios -incluyendo a los valientes líderes amazónicos- perseguidos por nuestros adorados Fiscales, por el delito de querer mejorar sus comunidades. Nuestros abogados y juristas más poderosos son en gran parte una tira de mafiosos, incluyendo al corrupto, camaleón Javier Valle Riestra, abogado de exiliados ladrones y violadores. Ser abogado en Perú, se define con la pregunta si todos los peruanos somos realmente iguales ante la ley.
9- Ser empresario en Perú requiere tener mucho talento para la empresa –los admiro- pero también para el crimen –los detesto. Sin que exista una ley nacional de trabajo, sin que el gobierno aplique protecciones ambientales, con trabajadores sin derecho de formar sindicatos, con un sistema financiero sin control estatal, con un sistema tributario discriminador y preferencial, con un nivel de corrupcion generalizada, no sorprende que los empresarios mas exitososo sean Romero, Brescia, Benavides y Rodríguez: banca, construcción, minería y agro industria. Que estos nos muestren el nivel de vida, salud y jubilación de sus abusados obreros. Que nos expliquen su afán de promover el racismo a través de sus publicidades. Sus mejores capataces están mencionados en la sección de Gerencia, entre ellos el nefasto agente del neoliberalismo Pedro Pablo Kuczynski, un verdadero enemigo de la mayoría del futuro de los peruanos.
10- Lo peor de esta lista tiene que ser la categoría de “Comediantes e Imitadores”. Esto es no solo trágicamente lamentable -acaso le resta seriedad a la encuesta- sino una señal del tipo de país que tenemos: la burla grosera, acriollada, racista, homofóbica, elitista, derrotista y conformista, es ahora señal de poder. Estos hampones de los medios: Carlos Álvarez, Jorge Benavides, Los Chistosos y el resto de los payasos de la burla abusiva, deberían estar en la cárcel o desempleados - si vivieran en países donde los derechos humanos colectivos son respetados- por los tantos abusos que han cometido contra la dignidad humana, contra los derechos de sus víctimas y contra los intereses de la población peruana.
11- Pero si la anterior categoría no te hizo vomitar, la cartelera de “Farándula y Espectáculos” debería forzar a cualquier peruano decente al uso de un inodoro. Ver nombres como Magaly Medina, Gisela Valcárcel, Jaime Bayly, Beto Ortiz y Ernesto Pimentel, dan asco e indigestión. Si estos peruanos son considerados influyentes, estamos fregados. Se trata de los verdaderos íconos del racismo, la indecencia, ignorancia, envidia, mentira, hipocresía, el mal gusto, la broma pesimista, y sobretodo de esa pseudo cultura limeña tan responsable de la destrucción de la autoestima del resto de los peruanos.
12- El racismo de los encuestados no puede ser más obvio en la categoría “Deportes”: una lista de nueve personas -dominada por el corrupto mafioso Manuel Burga- incluye a seis blancos. Se incluye a una boxeadora y una tablista cuyos "deportes" significan casi nada en los circuitos deportivos mundiales. Sin embargo se deja de lado a la exitosa selección de voleibol femenino –negras e indígenas en mayoría- y a los 13 peruanos de las olimpiadas de Beijing, incluyendo a los 3 afro peruanos que llegaron a las semifinales de natación, salto largo y lucha: José E. Crescimbeni, Louis Tristán, y Sixto Barrera quien casi logra una medalla. En un país donde ser deportista es ser masoquista porque a duras penas pueden sobrevivir, esta lista ni siquiera debería existir.
13- Finalmente la prensa de Lima, y aunque las letras del teclado imploren lo contrario, quiero hablar de esos adormecidos diáconos del poder: los periodistas peruanos. Esos mandrakes que envenenan a diario a los peruanos con sus contenidos manipulados, excluyentes, elitistas, limitados, cínicos, sin balance, odiosos. Ahí está el poder de la mediocridad de Augusto Álvarez Rodrich, del racismo enfermizo de Aldo Mariátegui y de Jaime Bayly, del elitismo no tan disimulado de Mirko Lauer y Jaime de Althaus, de la mentira sonriente de Rosa María Palacios y Sol Carreño tan bonitas no?, de la conveniencia política a sueldo de Alejandro Miro Quesada, Nicolás Lúcar, Juan Paredes Castro y Gustavo Gorriti, de todos esos quienes escriben o hablan solamente después de pedir permiso a sus financistas. Si Magaly Medina es periodista, eso lo explica todo. Mientras que el terco y talentoso César Hildebrant, cambiante y pesado como su media hermana, parece ser de las pocas esperanzas por ahora del periodismo peruano. Para Alberto Ku King, José Maria Salcedo y el bueno Gustavo Mohme –cuando quiere- tengo mis reservas pero los respeto. César Lévano y Manuel Jesús Orbegozo ustedes siguen siendo los mejores, aunque los pitucos no los quieran ni los crean poderosos.
Desde lejos uno quisiera creer que el país que dejó atrás está mejorando. Pero con estos líderes ya no vamos, por favor. Con sujetos como estos controlando el poder en Perú, parece que estamos jodidos por decadas a venir. Un país ganador necesita tener líderes respetados que garanticen que estamos en buenas manos; necesita visionarios a los cuales los más jóvenes pueden mirar con respeto y admiración. Los poderosos deben ser gente con ideales, con perspectiva de donde debe ir el mundo. No solo estamos huerfanos y faltos de verdaderos heroes, sino que estamos controlados por la escoria nacional. El poder en Perú es sinónimo hoy de corrupción, de crimen, delincuencia, muerte, discriminación, abuso, pendejada. Todo eso representa precisamente a la cultura de la destrucción que domina a los peruanos, aunque la mayoría no seamos así, nos han condenado.
Solo nos queda rogar que un día estos "poderosos peruanos" se arrepientan de sus naturalezas putrefactas, que un viento de bondad les haga cambiar y ver a su alrededor: la miseria, el sufrimiento de los suyos, la suciedad de la injusticia que ellos promueven. Ojala que algo los convenza de la urgencia que nos llama a todos a construír un mejor país.
Si no, y con la poca fé que le queda a mi peruanidad le pido a San Martín de Porres, al Wirakocha del Pacífico, al Cristo de Pachacamilla, al Qoyllor Rit'i, la Ayawaska y a la Sarita Colonia que nos protejan. Que su fuerza despierte a estos delincuentes que nos gobiernan. Les ruego a los dioses de los humanos para que las semillas broten, que los jóvenes peruanos que vienen detrás de estos dinosaurios del poder no sean tan brutos, tan egoístas, tan malos, tan bestias.
Fuente: http://peruanista.blogspot.com/
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