viernes, 1 de junio de 2012

Ollanta, las esperanzas también se agotan



Por: Jinre.
Las esperanzas del pueblo también se agotan, más rápido que las balas y las bombas.
En estas últimas horas, han encarcelado al alcalde de Espinar por ponerse al frente de las demandas de su pueblo; han descartado como interlocutor para las negociaciones al presidente regional del Cusco;  los congresistas representantes del Cusco vienen siendo victimas de su propio partido y de la derecha y los amenazan con expulsar de Gana Perú; los dirigentes de Espinar están amenazados, encarcelados o enjuiciados por llevar adelante una protesta que pedía a gritos ser escuchada desde hace varias semanas; la ineficiencia e indiferencia del gobierno hizo caso omiso a los reclamos, hasta que todo se desbordó. Ahora el pueblo de Espinar se encuentra en Estado de Emergencia y en manos de la policía y el ejercito.  ¿Con quién van a negociar y ponerse de acuerdo entonces para solucionar los justos reclamos de las poblaciones afectadas por la contaminación?.
Ante todo esto, vemos a un primer ministro como Valdez quien pareciera que utiliza uno de sus hemisferios del cerebro sólo para otorgar complacencias al gran capital sin cuestionarles nada, y el otro, para pensar cómo ejercer mayor represión y mano dura (balas y bombas) contra las poblaciones que creyeron y votaron por el actual presidente.
Recordemos que a pesar de los golpes bajos asestados por la derecha y los grandes medios de comunicación al actual gobierno desde los primeros días en que asumió el cargo el presidente Ollanta, se dejaba sentir aún con fuerza el apoyo de gran parte de la población para el presidente. Las “masas” entendían perfectamente que quienes perdieron las elecciones, no dejarían tranquilo al  nuevo Jefe de Estado.
Hoy, las esperanzas del pueblo aún se pueden escuchar en las mismas manifestaciones con frases como: ”¿Qué te pasa Ollanta?”; “Presidente, saque a los malos elementos de su gobierno”; “Ollanta, votamos por ti, porque creímos en el cambio”; “Están manipulando a Ollanta, él debe darse cuenta de eso”; “Ollanta, cumple tus promesas, nosotros creímos en ti”.
Desde que tengo memoria, nunca escuché y observé este tipo de manifestaciones llenas de esperanza  –pero también de angustia y desencanto- en las poblaciones que reclaman  por asuntos que ellos consideran justos; nunca antes escuché el llamado del pueblo a su presidente para que retome el camino de sus promesas; nunca vi a masas de gente sencilla protestando bajo el humo de las bombas y las balas expresando a voz en cuello sus últimas esperanzas a un presidente que ellos sintieron sería diferente a los anteriores.
Alguna vez el maestro Manuel Acosta Ojeda me dijo: “a lo largo de la historia de nuestra patria, muchos gobiernos malgastaron y derrocharon las escasas esperanzas que nuestros pueblos suelen ahorrar con tanto esfuerzo y paciencia”.
Efectivamente, las esperanzas de nuestros pueblos también se agotan, al igual que su paciencia;  Ollanta debería saberlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails