Por: Jinre.
Por no quedarme callado… debo decir que apuesto por la solidaridad y el amor al prójimo desde mis convicciones más profundas, desde que tomé conciencia de mi socialismo inquebrantable… pero me pregunto, no es una vergüenza y un descaro que un país que se jacta oficialmente de su crecimineto macroeconómico, un país del que se dice tiene las arcas llenas para paliar crisis internacionales, que recibe los más elevados índices de las calificadoras de riesgo, y que hace pocas horas incluso ha subido seis puestos más en el ranking mundial de las economías más estables del planeta, tenga que verse obligado a hacer Teletones para un hospital, tenga que pedir frazadas y donaciones para nuestros hermanos que sufren el frío?
…acaso no es una vergüenza y un descaro que un país que dice ser uno de los que más confianza brinda a las inversiones extranjeras y uno de los que cuenta con buena capacidad de endeudamiento en el mundo, no pueda evitar que 28 niños mueran de frío en Puno, Huancavelica o Ayacucho?. Para qué mierda crecemos entonces si no podemos evitar que cada año mueran de frío un promedio de 130 niños en las alturas de la sierra sur del Perú?, acaso este famoso crecimiento no alcanza para comprar frazadas, medicinas, ropita, zapatitos, carpas albergues y alimentos para un grupo de hermanos que no piden más que un poco de abrigo?, entonces, de qué puto crecimiento nos hablan carajo? .
Tengo confianza en el actual proceso del gobierno entrante, y sólo espero que esta forma de mirar las “donaciones” y el “crecimiento económico” no sean más una forma absurda de interpretar la tan manoseada Solidaridad, la cual debería asumirse con más humanidad y con menos fines mediáticos. Basta de ver a nuestras autoridades (incluido al Presidente) liderando el pedido de donaciones, cuando deberían liderar nuevas y más humanas formas de hacer política, generar fondos de contingencia desde el Estado, o sencillamente, entender que los seres humanos debemos ser alguna vez “el fin supremo de la sociedad y el Estado” como dice nuestra constitución. Con seguridad, un poquito de ropa y medicinas para nuestros hermanos, no afectará nuestro antipático y famoso crecimiento económico.
Esperamos y confiamos que el actual gobierno revolucione un cambio verdadero en ese sentido. (bueno, mientras tanto, llevaré mi donación este domingo).
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