MEF ajustará el presupuesto 2011
Pero no contempla la aplicación de un impuesto a las sobreganancias.
Especialistas sostienen que el impuesto a las ganancias extraordinarias permitiría al país contar con más recursos para afrontar una crisis.
Enrique Larrea.
Pese a su preocupación por revertir el actual déficit fiscal, Ismael Benavides, ministro de Economía y Finanzas, rechazó la aplicación de un impuesto a las ganancias extraordinarias que vienen embolsillándose las compañías mineras.
Remarcó que un impuesto de estas características pondría en peligro los futuros proyectos mineros valorizados en aproximadamente unos US$ 40 mil millones.
“Esas inversiones en periodos relativamente cortos van a significar muchos mayores ingresos para el fisco”, anotó Benavides.
A diferencia de países como Chile, Australia y Canadá que aplicaron este impuesto, Benavides duda de su aplicación y anunció que ajustará el presupuesto del 2011 para evaluar medidas adicionales que permitan reducir el gasto público.
Esto con la finalidad de disipar el peligro de un brote inflacionario y ahorrar recursos que nos permitan, como en el 2008, afrontar un potencial recrudecimiento de la crisis financiera internacional.
“Tenemos que recuperar los elementos fiscales que nos den la tranquilidad de enfrentar posibles choques externos. En ese sentido, la política de gasto tiene que ser mucho más prudente y ajustada del gasto público”, resaltó.
Presión tributaria baja
Sin embargo, en opinión de Waldo Mendoza, economista de la Universidad Católica, aplicar un impuesto a las sobreganancias permitiría al país elevar en dos puntos porcentuales la presión tributaria respecto del PBI.
Por tanto, esta medida podría convertirse en una herramienta eficaz para reducir el déficit fiscal que ascendería a 1.5% este año.
Según el Marco Macroeconómico Multianual (MMM), el déficit fiscal se mantendrá hasta el 2012.
Suculenta rentabilidad
Jorge Manco Zaconetti, investigador del Universidad Nacional Mayor de San Marcos, señaló que las mineras amasan rentabilidades extraordinarias de manera continua y creciente desde el 2006, sin compartirlas con el Estado.
Agregó que la situación se agrava pues las empresas que mantienen contratos de estabilidad jurídica y tributaria como Yanacocha, Antamina, Xstrata, Barrick Misquichilca, entre otras, no están abonando las regalías mineras, y “no están compensando a la sociedad por la explotación y agotamiento de los recursos mineros”.
Mineras sin contratos
En tanto, el economista Pedro Francke aseveró que se deben renegociar los contratos estabilidad jurídica. Pero, mientras tanto, se podría empezar por imponer este impuesto a las empresas que no cuenten con estos contratos, e incluir este tributo en los contratos de los futuros proyectos mineros.
Por su parte, José de Echave, especialista en temas mineros, lamentó que la presión ejercida por las grandes empresas de este rubro sobre las autoridades impida gravar las ganancias extraordinarias que vienen obteniendo.
Según De Echave, esta actitud solo delata que las empresas mineras que operan en el Perú no están comprometidas con el desarrollo del país.
“El Perú es uno de los pocos países con actividad minera importante que han mantenido su política tributaria casi intacta, sin afectar los enormes ingresos que están teniendo las empresas”, remarcó.
El dato
Utilidades.
Según un estudio de la Escuela de Gestión y Economía (Gerens), las utilidades netas de las mineras al primer semestre del 2010 ascendieron a US$ 2, 482 millones.
Mientras que las utilidades netas en el primer semestre del 2009 sumaron US$ 1,547 millones, es decir, un incremento de US$ 935 millones.
Cabe indicar que las mineras obtuvieron el doble de rentabilidad que el resto de empresas.
Reacción
"El Perú es uno de los pocos países con actividad minera importante que han mantenido su política tributaria casi intacta”.
José de Echave: Especialista en temas mineros.
Se debe pasar al primer mundo
Según el economista de la Universidad Católica Waldo Mendoza, el Perú debería adoptar medidas del primer mundo como imponer un impuesto a las ganancias extraordinarias de las mineras y no conformarse con aportes voluntarios (“óbolo”).
Cabe indicar que las mineras solo ejecutaron un 67% del óbolo hasta julio.
Especialistas sostienen que el impuesto a las ganancias extraordinarias permitiría al país contar con más recursos para afrontar una crisis.
Enrique Larrea.
Pese a su preocupación por revertir el actual déficit fiscal, Ismael Benavides, ministro de Economía y Finanzas, rechazó la aplicación de un impuesto a las ganancias extraordinarias que vienen embolsillándose las compañías mineras.
Remarcó que un impuesto de estas características pondría en peligro los futuros proyectos mineros valorizados en aproximadamente unos US$ 40 mil millones.
“Esas inversiones en periodos relativamente cortos van a significar muchos mayores ingresos para el fisco”, anotó Benavides.
A diferencia de países como Chile, Australia y Canadá que aplicaron este impuesto, Benavides duda de su aplicación y anunció que ajustará el presupuesto del 2011 para evaluar medidas adicionales que permitan reducir el gasto público.
Esto con la finalidad de disipar el peligro de un brote inflacionario y ahorrar recursos que nos permitan, como en el 2008, afrontar un potencial recrudecimiento de la crisis financiera internacional.
“Tenemos que recuperar los elementos fiscales que nos den la tranquilidad de enfrentar posibles choques externos. En ese sentido, la política de gasto tiene que ser mucho más prudente y ajustada del gasto público”, resaltó.
Presión tributaria baja
Sin embargo, en opinión de Waldo Mendoza, economista de la Universidad Católica, aplicar un impuesto a las sobreganancias permitiría al país elevar en dos puntos porcentuales la presión tributaria respecto del PBI.
Por tanto, esta medida podría convertirse en una herramienta eficaz para reducir el déficit fiscal que ascendería a 1.5% este año.
Según el Marco Macroeconómico Multianual (MMM), el déficit fiscal se mantendrá hasta el 2012.
Suculenta rentabilidad
Jorge Manco Zaconetti, investigador del Universidad Nacional Mayor de San Marcos, señaló que las mineras amasan rentabilidades extraordinarias de manera continua y creciente desde el 2006, sin compartirlas con el Estado.
Agregó que la situación se agrava pues las empresas que mantienen contratos de estabilidad jurídica y tributaria como Yanacocha, Antamina, Xstrata, Barrick Misquichilca, entre otras, no están abonando las regalías mineras, y “no están compensando a la sociedad por la explotación y agotamiento de los recursos mineros”.
Mineras sin contratos
En tanto, el economista Pedro Francke aseveró que se deben renegociar los contratos estabilidad jurídica. Pero, mientras tanto, se podría empezar por imponer este impuesto a las empresas que no cuenten con estos contratos, e incluir este tributo en los contratos de los futuros proyectos mineros.
Por su parte, José de Echave, especialista en temas mineros, lamentó que la presión ejercida por las grandes empresas de este rubro sobre las autoridades impida gravar las ganancias extraordinarias que vienen obteniendo.
Según De Echave, esta actitud solo delata que las empresas mineras que operan en el Perú no están comprometidas con el desarrollo del país.
“El Perú es uno de los pocos países con actividad minera importante que han mantenido su política tributaria casi intacta, sin afectar los enormes ingresos que están teniendo las empresas”, remarcó.
El dato
Utilidades.
Según un estudio de la Escuela de Gestión y Economía (Gerens), las utilidades netas de las mineras al primer semestre del 2010 ascendieron a US$ 2, 482 millones.
Mientras que las utilidades netas en el primer semestre del 2009 sumaron US$ 1,547 millones, es decir, un incremento de US$ 935 millones.
Cabe indicar que las mineras obtuvieron el doble de rentabilidad que el resto de empresas.
Reacción
"El Perú es uno de los pocos países con actividad minera importante que han mantenido su política tributaria casi intacta”.
José de Echave: Especialista en temas mineros.
Se debe pasar al primer mundo
Según el economista de la Universidad Católica Waldo Mendoza, el Perú debería adoptar medidas del primer mundo como imponer un impuesto a las ganancias extraordinarias de las mineras y no conformarse con aportes voluntarios (“óbolo”).
Cabe indicar que las mineras solo ejecutaron un 67% del óbolo hasta julio.
Debido a los precios récords del oro, la rentabilidad de las empresas auríferas son las más altas del mercado.
Barrick Misquichilca obtuvo una rentabilidad neta de 56%.
En el caso de minera Buenaventura, su rentabilidad neta alcanza el 84%.
Cabe indicar que estas mayores rentabilidades no responden a mayores inversiones o mejoras de la productividad, sino a factores externos como el alza internacional en los precios de los metales.